El Gobierno niega la existencia de las 'Aguilas Negras' y en alguna oportunidad el hoy ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria dijo que eran "una marca creada para hacer aparecer amenazas cuando convienen las amenazas", pero las bandas emergentes no son ficción. Son reales y tienen aterrorizadas a numerosas comunidades del país.
Por ejemplo, a finales del año pasado, en Maicao, La Guajira, distribuyeron en algunos barrios una lista de 11 personas a las que amenazaban con matar si no dejaban la ciudad en 24 horas, y advertían a las madres que después de las 11:00 p.m. sus hijos no podían salir a la calle. Algunos alertaron a las autoridades, pero mientras estas verificaban la veracidad de las denuncias tres personas que figuraban en la lista fueron asesinadas. Entre ellos, el indígena wayúu Miguel Ángel Ospina Boscán, hermano de una activista del movimiento Fuerza de Mujeres, cuyo cadáver fue encontrado el 9 de diciembre del año pasado. Las amenazas no han parado y llegan por medio de panfletos, correos electrónicos, mensajes de texto en los celulares u hombres en moto que van hasta sus casas. "Lo vamos a matar h.p. ¡Piérdase!", les dicen. Muchos están firmados por las llamadas 'Autodefensas Gaitanistas', pequeños ejércitos de hombres armados que usan prendas militares y se mueven en las áreas rurales de varios pueblos de la Costa Caribe. "Nos recomiendan guardar silencio y quedarnos quietos", dicen algunos amenazados. Otros mensajes critican al Gobierno, dicen que traicionó el proceso de paz con las Auc y llaman a recuperar territorios perdidos por el avance de la guerrilla.
Las amenazas vienen desde el año pasado, y aunque la Defensoría del Pueblo alertó al Gobierno, ninguno de los amenazados recibió protección y por eso algunos fueron asesinados o huyeron hacia Venezuela o se desplazaron a otros lugares del país. Otros más permanecen a cal y canto en sus casas. Ya son 45 los muertos y 200 los desplazados. Se desconoce cuántos salieron del país.
Según la Defensoría, los paramilitares están usando el nombre de 'Águilas Negras' 'Frente Contrainsurgencia Wayuú' y 'Autodefensas Gaitanistas de Colombia' para intimidar a la población de Maicao. Los más afectados son comerciantes de origen árabe, la mayoría de ellos musulmanes, a quienes amenazan por "radicales, islamistas y terroristas" y los conminan a dejar la ciudad. Y mujeres que reclaman tierras, sindicalistas, indígenas wayúu, estudiantes y desplazados, lo mismo que directivos de la cooperativa Ayatawacoop, autorizada para distribuir gasolina de Venezuela.
Si por allá llueve...
Situaciones similares a la de Maicao se repiten en algunos sectores de Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cartagena, y en el Urabá antioqueño. Muchas amenazas tienen que ver con la mal llamada "limpieza social" y sus objetivos son drogadictos, prostitutas, ladrones, expendedores de droga, homosexuales. Pero otras tantas van dirigidas contra líderes de desplazados, defensores de derechos humanos, miembros del Polo, estudiantes y sindicalistas.
En Barranquilla, por ejemplo, circulan panfletos firmados por las 'Águilas Negras', 'Los Paisas' y 'Los 40'. Uno de los primeros lo recibió en su casa el profesor Gustavo López el 2 de mayo del año pasado. En él amenazaban a 11 personas vinculadas a la Universidad del Atlántico. Luego fue amenazado el representante de los estudiantes en el Consejo Superior de la Universidad. Algunos se fueron de la ciudad, otros salieron del país.
En Bogotá, 60 defensores de derechos humanos están amenazados, y según Jorge Rojas, director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), "17 defensores de derechos humanos han sido asesinados en los últimos dos años y 600 más están desplazados o en el exilio". En Ciudad Bolívar circulan panfletos que dicen: "Los niños buenos se acuestan temprano, los demás los acostamos nosotros".
En Cartagena, en noviembre del año pasado se intensificaron las amenazas contra los sindicalistas y defensores de derechos humanos. Por ejemplo, en la reja de la casa de uno de ellos en el barrio Torices colgaron un pollo degollado y quemado, con un letrero que decía: "Lista negra, los sapos y chismosos la pagan..." Y a dos sindicalistas les llegó el siguiente mensaje: "Seguimos declarándolos objetivos militares y plan de exterminio contra aquellos guerrilleros que bajo el paradigma de defensores de derechos humanos están ocultos y en contra de la política de nuestro presidente de seguridad democrática obstaculizando estos procesos. Declaramos amenazas de muerte a este par de h.p..."
En Medellín, las autoridades dan poca credibilidad a unos panfletos que circulan desde hace tres semanas en Santo Domingo, Castilla, Manrique y Moravia, y que se multiplican por Internet. Anuncian que habrá "limpieza social" y toque de queda. "Ese tipo de panfletos ya se ha visto aquí y en otras ciudades para generar zozobra y de-sinformación y por eso pedimos a la comunidad no reproducirlos", dice el secretario de Gobierno Jesús Ramírez.
Pero la gente siente miedo. La semana pasada 30 estudiantes de la Universidad de Antioquia recibieron amenazas por correo electrónico. "Declaramos objetivo militar a todos los que les llegue este correo y a todas sus oficinitas estudiantiles, grupitos, comités -decía el mensaje-. Los tenemos plenamente identificados, les advertimos que si permanecen en la universidad, se mueren todos". En algunos barrios, algunos pocos se abstienen de salir en la noche. "Así era que amenazaban antes los 'paras' -dice una señora-. Ya tuvimos experiencias muy duras en el pasado".
¿Qué ha hecho el Ministerio del Interioro frente a las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo? Todo parece indicar que muy poco o nada. Mientras tanto, las amenazas se cumplen. Las bandas emergentes son una realidad.
Tomado de "Revista Cambio"
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