La DIAN, presentó al Comité de Asuntos Arancelarios y Aduaneros- Triple A-, un proyecto de decreto para establecer acciones de control y seguimiento para las bebidas alcohólicas que se importen al Territorio Aduanero Nacional (TAN) y a la Zona de Régimen Aduanero Especial de Maicao, Uribia y Manaure (ZRAE), esto como consecuencia de la queja formulada por los señores Gobernadores y los Gerentes de la Licoreras Departamentales, en relación con el aumento de la evasión al pago al impuesto al consumo y el incremento del contrabando de licores en sus respectivos territorios.
La recomendación de este Comité, producto de las propuestas de la DIAN, estuvieron relacionadas con la marcación de etiquetas, distintas para el TAN y la ZRAE aplicables a importaciones de las subpartidas arancelarias 2202.2203.2204.2205.2206.2208 salvo la subpartida 2208901000; la expresa prohibición del régimen de tránsito aduanero; la identificación del importador y del lote de fabricación de la bebida y el del número de registro sanitario.
La propuesta de la DIAN una vez convertida en norma, generó los inconvenientes causados por la improvisación, puesto que resultaron ser creadoras de Obstáculos Técnicos al Comercio –OTC-, prohibidos por la Organización Mundial del Comercio-OMC-, de la cual Colombia es miembro; lo que ocasionó quejas de parte de los fabricantes en países con quienes Colombia tiene acuerdos comerciales, y que obligó a reconsiderar el Decreto 2270 del 23 de junio de 2008 y proceder a recomendar su derogatoria.
La Derogatoria del Decreto 2270 de 2008, fundamentada básicamente en las quejas diplomáticas, se produjo por ser este, ilegal y antitécnico, cuestión que muestra la falta de políticas y criterios legales de la DIAN para imponer medidas de control; sin embargo se procede ahora, a expedir nuevas medidas aplicables al proceso de ingreso e importación de bebidas alcohólicas a la ZRAE, al igual que mantener el proceso de empadronamiento de importadores de la Zona, sin tener en cuenta la queja inicial de los Gobernadores y la decisión presidencial, en el sentido de que las medidas abarcaran a todo el universo de importadores en el territorio nacional, lo cual vuelve a mostrar la falta de políticas sostenibles de control aduanero y materializa más bien, una tendencia sesgada y discriminatoria del mismo, con una clara estigmatización de la actividad comercial realizada en la ZRAE, la cual según reportes de la misma DIAN, refleja 100% en el cumplimiento de las normas en el proceso de introducción de mercancías a la Zona.
Desde la expedición del Decreto 2270 de 2008, los actores sociales del departamento de la Guajira, hemos venido manifestando nuestra inconformidad con la medida, no por que se implementen medidas de control, sino porque ellas eran contrarias a toda la normatividad internacional en relación con el tema.
Con las nuevas propuestas normativas, se pretende resolver el problema inicialmente planteado por los mandatarios regionales, regulado únicamente a la ZRAE y dejando en igual o mejores condiciones a los importadores en el resto del Territorio Nacional.
En aras de dejar claro cuales serán las medidas que se adopten por la DIAN para solucionar el problema inicial denunciado por los Gobernadores y, evidentes de contrabando en el territorio nacional, hacemos los siguientes interrogantes. Se considera acaso que impidiendo el ingreso y la importación por la ZRAE, se resuelve el grave problema de contrabando y lavado de activos que aqueja el País. No se tendrán en cuenta los graves casos de incautaciones por contrabando técnico y abierto de licores extranjeros (todos) que están acabando con la industria licorera nacional, es de tener en cuenta que son los vinos y aperitivos provenientes de Chile y la Unión Europea, productos escasamente importados por la Zona, los que afectan realmente a la industria nacional. A quien se favorece realmente con la exclusión de la ZRAE, como importador de whisky. Porque se exceptúan de empadronamiento a los importadores de licores en el Territorio Nacional, cuando se utilizan figuras como el trasbordo nacional o internacional, si en una primera instancia se consideró tan grave el asunto, que hasta se incluyó el decreto próximo a derogar, la prohibición del tránsito aduanero.
Estas interrogantes, que nos dejan un sabor de inequidad en el trato, permiten pensar en que hubo otras razones diferentes a las quejas presentadas por los Gobiernos amigos en cuanto a la creación de reglamentos técnicos, razones que deberán ser claramente explicadas al Congreso Nacional y a los Gobernadores, porque de lo contrario se tendrán como un favorecimiento ilícito a determinados importadores, en detrimento de otros con iguales derechos, creando monopolios, ilegales a todas luces dentro de la normatividad nacional.
Al Comité Triple A, sugerimos se revise ampliamente la normatividad aduanera especial a las luces del Art 11 de la Ley 7 de 1991, marco de Comercio Exterior, buscando en ella su verdadero fin; seguramente se encontrarán con un conjunto de normas de control aduanero, que en la práctica resultan contrarias a esa política. Ominosas en cuanto al régimen sancionatorio y, discriminatorias en relación con el resto del territorio nacional, tal y como queda demostrado en este último caso; normas que en fin de cuentas, no conducen a generar procesos de crecimiento económico y desarrollo social en estas regiones marginales del País, sino enclaves de control en donde se puedan mostrar positivos y dejar sin presiones al gran contrabando que acabó con las industrias nacionales.
La preocupación del dirigente es obvia y debemos estar atentos a las respuestas que se den. El ataque mediático del Gobierno y los gremios, para mostrarle al País que somos los contrabandistas que tenemos asolados a los industriales, quedó evidenciado en la publicación en el Tiempo del día jueves 31 de julio, se hace énfasis allí en que después de Bogotá, es en Maicao en donde mayores incautaciones por contrabando se han hecho y, hacen referencia a un monto de más de 16 mil millones de pesos. Cuestión esta que tiene explicación y que la DIAN, sabe perfectamente a que corresponde. En mayo pasado se hicieron dos allanamientos a bodegas en Maicao, pertenecientes a una Comercializadora Internacional, que tenía mercancías por valor de 15 millones de pesos con etiquetas de “hecho en Colombia” y su destino era la exportación hacia Venezuela. La mercancía (textiles y manufacturas) de procedencia China, ingresó al país por el Puerto de Cartagena y sus dueños (no eran comerciantes maicaeros) pretendían ganancias con la exportación y el diferencial cambiario. Este negocio seguramente es el responsable del inusitado incremento de las exportaciones (ficticias) de Colombia hacia Venezuela. En fin, no es contrabando generado por la ZRAE, sino que se utiliza a Maicao como punto de paso por frontera.
La pregunta que se hace a la Triple A, respecto de cual es en realidad el favorecido con esta “sacada” del camino que se le hace a Maicao con el whisky, tiene respuestas concretas. La DIAGEO, multinacional productora e importadora de licores en el mundo, quiere los mercados de Colombia y Venezuela y, de manera exclusiva con los whisky Premium (más de 12 años) entre ellos el famosos Old Parr (ya nos pasó con Marlboro) y claro, se hacen necesarias medidas excluyentes como las que se ven venir.
Este gobierno se ha distinguido por su empeño de exonerar de impuestos y subsidiar a los grandes capitales, en particular al extranjero y sobre todo, entregarles el mercado interno. Para el pueblo Pan y circo. Colombia registró la segunda mayor tasa de desempleo en América Latina y el Caribe (11,6 frente a 8% en la región según la CEPAL). Este resultado no es fortuito; es reflejo de una política en la que el empleo no constituye objetivo prioritario y se le considera simple subsidiario del crecimiento económico.
El llamado a la reflexión es general. Cada día dependemos más de las regalías y el asistencialismo estatal. Hasta cuanto podremos aguantar.
Mara Ortega. Bogotá agosto 3 de 2008.